domingo, 9 de diciembre de 2007

Crítica de imágenes

HISTORIA DE LA FOTOGRAFÍA
3º Historia del Arte, ULL




SATELITES: PAÍSES FUERA DE ÓRBITA
Mareva Ruiz Betancor


JONAS BENDIKSEN
“Bañistas en la costa del Mar Negro"
Satellites
Círculo de Bellas Artes
Santa Cruz de Tenerife


La fotografía de Jonas Bendiksen (Noruega,1977) que muestra un grupo de bañistas en la costa del Mar Negro pertenece al libro Satellites que el fotógrafo publicó en 2006, resultado de siete años fotografiando la antigua Unión Soviética.

“En toda la periferia de la antigua Unión Soviética”, comenta Bendiksen, “he encontrado lugares donde la transición a un nuevo orden mundial ha sido especialmente agitada. En el Cáucaso, el este de Europa, Asia Central y Siberia oriental, las comunidades están estancadas en viejos conflictos, han nacido mini-estados no reconocidos y la gente lucha por salir adelante tras permanecer mucho tiempo aislada del resto del mundo”. En los países llamados satélites de Rusia, en tiempos de la Unión Soviética, la situación político-económica se tornó caótica tras la caída del régimen comunista, las diferencias se acentuaron entre sus habitantes y la inestabilidad social aumentó. Las fotografías de Jonas Bendiksen dan forma a la tristeza, a la soledad, a la incomunicación, a la desesperanza.

Como señala el propio fotógrafo, “en la imagen vemos unos bañistas que disfrutan de las aguas del Mar Negro que bordean Abjasia, una región segregada de Georgia que en otro tiempo fue lugar de veraneo de lujo para los soviéticos privilegiados, incluso Stalin tuvo aquí su propia casa. El turismo apenas está comenzando a recuperarse tras la brutal guerra civil de 1993, que acabó con la vida de millares de personas y desplazó de la región a cientos de miles de georgianos, pero la convulsa situación política no favorece tal expansión”.

Lejos de la alegría y gozo que asociamos a un día de playa en los centros turísticos, la fotografía transmite una tristeza inquietante que se refleja, principalmente, en el triángulo formado por los tres adultos con mayor presencia. En primer término, una mujer con expresión tensa y desafiante, observa algo o a alguien fuera del encuadre. No disfruta ni se relaja y parece muy alejada de la escena. A su izquierda, otra mujer introduce sus pies en el agua, pero está vestida, lo que unido a su gesto pensativo también sugiere lejanía. En el tercer vértice del triángulo, un hombre observa a una niña (¿su nieta?) en la orilla que, con sólo unos centímetros de agua, usa un flotador, pero también se muestra distante y ausente. Estas impresiones se ven acentuadas por el diseño antiguo de sus ropas y calzados, que corroboran el atraso actual de los que antes fueron países satélites.

Opuesto al mundo de los adultos y sus preocupaciones está el mundo de los niños entre los que tampoco, paradójicamente, se intuye una alegría desbordante, lo que refuerza la tristeza inquietante a la que me refería, intensificada de una parte por el cielo sombrío y de otra por la inclinación del horizonte, que contradice una ley básica de la composición fotográfica según la cual el horizonte siempre ha de estar recto, pero que el fotógrafo la ha violado a propósito para enfatizar esta atmósfera. Y qué decir del barco-icono de la decadencia del país. La cabeza de un niño que espera su turno para lanzarse al agua sugiere, sin embargo, un leve indicio de esperanza, personificada en el niño que, con los brazos en cruz, parece volar y que el fotógrafo hábilmente ha encuadrado en el lado opuesto al triángulo de los adultos.

Para mí la fotografía tiene un foco que capta poderosamente la atención, lo que Roland Barthes, en La cámara lúcida, llamó el “punctum”: ¡ese salvavidas amarillo que lleva la niña del centro! ¿Por qué lo usa?, ¿qué peligro puede haber en la orilla?, ¿a qué edad aprenderán a nadar los niños de Abjasia y de estas regiones?. Creándonos éstos y otros interrogantes, Bendisken con su visión personal a la que da forma con un uso inteligente de la composición, ha logrado trascender el ámbito de lo puramente fotográfico para trasportarnos al mundo de lo universal: soledad, tristeza, decadencia… despertando así la ternura del espectador por estos seres humanos tan desvalidos. Lo que una vez más confirma el valor de las fotografías que recogen momentos de la realidad, sea ésta de la actividad humana o momentos de la naturaleza, frente a aquéllas que captan situaciones expresamente creadas para la cámara.

La imagen comentada está en la misma línea de otros trabajos del autor, como Maoístas en Nepal (2005) y Dharavi (2007) publicados en National Geographic. Si bien la obra de Bendiksen es muy interesante, yo destacaría el trabajo de otros fotógrafos de Magnum, tales como David Alan Harvey, Josef Koudelka o Larry Towell, que con sus diferentes estilos han creado imágenes con mayor fuerza y calor, debido a un uso más inteligente y creativo de los grandes angulares y a tomar las fotografías muy cerca de los protagonistas de las mismas.

sábado, 8 de diciembre de 2007

Entrevistas

HISTORIA DE LA FOTOGRAFÍA ESPAÑOLA
4º Historia del Arte, ULL




INDAGANDO EN EL SUEÑO. ENTREVISTA A FRANCISCO MACÍAS
Ana Carreira Galbán

FRANCISCO MACÍAS
El Sueño
Sala de exposiciones La Caixa
La Laguna


Francisco Macías nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1960. Es profesor en el área de Ingeniería de la Construcción en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. En su juventud ganó algunos premios de fotografía, como el del Ayuntamiento de Moya y el de Arucas y, tras unos años apartado de este arte, debido a la dedicación de su trabajo, volvió a apropiarse de fragmentos de la realidad en 2002. Seleccionaron dos fotografías suyas en el Primer Premio de la Caja de Ahorros de Canarias y una para la exposición colectiva del Concurso Regional de la Caja Rural. Ha sido uno de los fotógrafos seleccionados en la IX Bienal de Fotografía Fotonoviembre.


¿Qué es para usted la fotografía?

Es un instrumento que me gusta usar para contar mis ideas, experiencias y sensaciones.

¿Qué le llevó a fotografiar a personas durmiendo?

Uso la cámara como una libreta de notas, en la que apunto cosas de forma intuitiva, en un principio sin mucho orden ni una línea argumental determinada. A medida que un tema me empieza a “obsesionar”, lo que se traduce en que haga más y más fotos sobre lo mismo, voy averiguando qué es lo que me interesa y cómo quiero contarlo.

Como dice en el texto de la exposición “no hay miradas ni gestos que nos den información explícita”, ¿se consigue con ello implicar más al espectador o lo contrario?, ¿considera que por ello obliga al espectador a echar mano de su imaginación?

En general, creo que una fotografía, como una película o un libro, no los termina el autor, sino el observador. Un mensaje excesivo puede lograr un impacto inmediato, pero se obtiene un placer más sutil si el consumidor termina de preparar el producto. Es posible, sin embargo, que el espectador no desee verse implicado, pero en este caso queda la opción de quedarse con lo evidente.

En otras series también ha realizado retratos pero de personas despiertas, ¿qué diferencias considera que hay entre los retratos de personas dormidas y los de personas despiertas?

La fotografía de personas conscientes es más unívoca. La persona retratada muestra el papel que voluntaria o involuntariamente representa, y el entorno o las circunstancias son complementarias. La aproximación a las personas dormidas es perversa, porque deliberadamente se prescinde de esa información para obtener unas conclusiones subjetivas, pero no por ello menos válidas.

¿Qué significa soñar para usted?, y ¿pretende captar los sueños de los retratados?

Cuando hablo de sueños, me refiero tanto a anhelos, como a los procesos mentales inconscientes que tienen lugar mientras dormimos. Pretendo fotografiar a las personas mientras duermen. Un sueño no se puede captar con esta tecnología. Es quien observa, subjetivamente, quien imagina el sueño.

Como ha apuntado en el texto de la exposición ha fotografiado también a personas en otras países, ¿cuáles?, ¿por qué en la exposición sólo se muestra el material de China? y, ¿cree que se duerme igual en todos los países?

He fotografiado a personas dormidas en otros lugares como la India, África o Centroamérica. En la exposición he querido mostrar una colección cohesionada, formal y técnicamente, y decidí usar las fotografías más recientes, con las que estoy más satisfecho.

No se duerme en público de igual manera en todas partes. Existen países en los que se ha de renunciar o se prescinde de parcelas de privacidad a las que nosotros estamos acostumbrados, principalmente en zonas superpobladas. Pero en los ámbitos más cercanos también existen diferencias debido a sus características o relaciones sociales, que además van variando con el tiempo.

¿Qué desea transmitir con este trabajo?

Pretendo suscitar reacciones, de manera que cada persona termine a su manera las fotografías que presento.

Últimamente estamos viviendo una desprivatización de ciertas actividades de nuestra vida, ¿opina que con el sueño pasa lo mismo?, ¿a qué se debe?

Es cierto que los medios de comunicación a menudo invaden irrespetuosamente la intimidad de las personas, y que la densificación urbana y la tipología edificatoria nos mantienen al tanto de las conversaciones y actividades de nuestros vecinos, pero creo que a nivel individual la tendencia es inversa. Nos encerramos más porque desconfiamos de los demás en una sociedad cada vez más violenta y competitiva. Dormimos en público sólo si por accidente y de manera imprevista, nos vence el cansancio.

¿Ha pensado ampliar el tema al ámbito doméstico, el verdaderamente privado?

Es una idea que me gusta, porque invita a contemplar y en cierta forma a participar en algo íntimo y cotidiano. En PhotoEspaña me gustó un trabajo que documentaba el sueño de los amigos de un fotógrafo. He fotografiado a mi mujer mientras duerme, pero no quiere que enseñe las fotos (es broma).

¿Tiene esta exposición alguna relación con trabajos anteriores?

De alguna manera las ideas y las circunstancias se entrecruzan, y los trabajos que voy haciendo son el resultado de esa amalgama.

¿Qué significado tiene para usted el haber sido seleccionado en Fotonoviembre 2007?

El que un prestigioso comité haya seleccionado mi proyecto para una muestra con el reconocimiento que tiene Fotonoviembre ha significado para mí, ante todo, un “empujón” para que dedique más tiempo y energía a una de las cosas que más me gusta hacer. En mi primera exposición individual, he recibido el apoyo y la acogida del Centro de Fotografía Isla de Tenerife y las experiencias que he compartido con las otras personas que han participado en la Bienal han sido enriquecedoras.

Crítica de imágenes

HISTORIA DE LA FOTOGRAFÍA
3º Historia del Arte, ULL
LA MUERTE SE TOMA UN DESCANSO
Ainhoa Díaz Borges

Xurxo Lobato
“Santa Marta de Ribarteme”
España diez miradas
Sala de Arte La Recova
Santa Cruz de Tenerife


Esta obra pertenece a una más que particular visión de la Galicia natal del fotógrafo Xurxo Lobato (1956): en ella, la tradición ancestral del mundo rural se cruza con una modernidad que parece no terminar de encontrar.

Así, dos planos totalmente distintos, pero análogos, se complementan para de alguna manera crear una pequeña “historia visual” que, si bien para la gran mayoría puede parecer excesivamente barroca e incluso ordinaria o de mal gusto (en cuanto a su recargamiento y estridente contraposición de colores); para otros representa una pequeña parte de una cultura exótica y única.

Es interesante el enfoque espontáneo escogido por el artista, captando algo que parece ser exógeno, pero que para el mundo rural gallego es totalmente cotidiano, donde la figura humana y su humanidad (valga la redundancia) son objetivo principal de Lobato. Para los habitantes del pueblo la existencia de numerosos iconos del mundo moderno, no hace sombra a sus señas de identidad, que es lo más importante de esta fotografía.

De esta manera, son capaces de observar a personas vivas que son transportadas en ataúdes y entienden el por qué de tal acción. Comprenden ese carácter especial de la festividad religiosa y saben que no es en absoluto ninguna falta de respeto hacia los muertos; más en este caso, que a simple vista pudiera parecer que la mujer situada en primer plano está cómodamente esperando la llegada de la procesión hasta la iglesia.

Por tanto, una vez más la posición “moderna” de distanciamiento con respecto a la muerte, nos impide ver como “normal” el que los penitentes se introduzcan en los ataúdes durante la procesión con el fin de pedir o agradecer la intervención milagrosa de Santa Marta de Ribarteme y ciertamente es todo un espectáculo para curiosos y extranjeros.

En definitiva, y a modo de conclusión, no es del todo correcto calificar a Xurxo Lobato como un fotógrafo kitsch por obras como ésta (tal y como propone, por ejemplo, Antón Patiño en “Xurxo Lobato: la mirada-encrucijada”), ya que esa autenticidad y fuerza que le caracteriza tienen como objetivo representar una tradición (parte de la memoria histórica) que casi nadie sabe captar hoy en día y no se pretende crear incomprensión o asombrar por asombrar.


martes, 4 de diciembre de 2007

Entrevistas

HISTORIA DE LA FOTOGRAFÍA ESPAÑOLA
4º Historia del Arte





UN FOTÓGRAFO Y SUS PAISAJES. ENTREVISTA A CARLOS A. SCHWARTZ
MIROSELY ZAMORA GUTIÉRREZ


CARLOS A. SCHWARTZ
Itinerarios: El Hierro
Centro de Arte La Recova
Santa Cruz de Tenerife



Carlos A. Schwartz nació en Santa Cruz de Tenerife en 1942. Realizó sus estudios de Arquitectura, profesión que compagina con la Fotografía. Como fotógrafo a realizado numerosas exposiciones tanto individuales como colectivas, siendo su primera exposición individual fue Madre Naturaleza en 1976. El trabajo mas reciente de Carlos A. Schwartz es Itinerarios: El Hierro, en el que podemos apreciar temas que han acompañado al fotógrafo durante su carrera; el paisaje, la naturaleza, el tiempo... su paisaje, su naturaleza, su tiempo; y en esta última exposición su Hierro.

···


Usted es arquitecto de profesión ¿Qué lo llevo al mundo de la fotografía?

Fui captado primero por la magia de la fotografía cuando estaba estudiando. Compraba una revista que se llamaba Arte Fotográfico. En aquel momento era una revista de referencia. La fotografía española tuvo un cambio importante a finales de los 60 cuando apareció la revista Nueva Lente. Fue un cambio radical.

Recuerdo cuando hice mi primera fotografía fue en un viaje a Inglaterra con 16 años. Curiosamente, la fotografía me sigue fascinando, no solo la fotografía sino el aparataje que la rodea, algo que siempre se mira por encima del hombro. Cuando fui a estudiar arquitectura a Barcelona me compré una cámara, recuerdo estar con la ella y con el manual de instrucciones; aquello me resultaba atractivo. Entonces en algún momento di un salto, me compre una cámara mejor y empecé a hacer fotos. Yo llevaba las fotos a un laboratorio comercial a hacer las copias y comencé a ver el lado más personal. Acabe la carrera, estuve en Valladolid y luego en Las Palmas, seguí fotografiando, pero las fotos eran horribles, y dije: por aquí no tengo futuro. Después vine a Tenerife. Me di cuenta que los laboratorios comerciales de Las Palmas eran peores que los de Barcelona, y decidí montar mi propio laboratorio en el año 1972.

Realizaba fotos pero era algo muy personal, hasta que alguien las vio y me dijo que eran muy buenas, que debería enseñarlas. Al principio uno es muy inseguro de lo que hace pero me animé e hice una primera exposición. A pesar de ser tan inseguro y tan tímido ante aquel fenómeno me aventure e hice, personalmente en mi laboratorio, unas copias grandísimas de 50x60 de unos negativos de 35mm.



¿Qué le impulsó a realizar Itinerarios y que significa para usted?

El inicio de la serie Itinerarios surgió de casualidad. Yo fui a Fuerteventura en el año 1985 con mi familia sin pretensiones de hacer nada con ese material, pero hice fotografías de la isla que me resultaron fascinantes, y ha cambiado mucho desde esa primera vez. Por una serie de casualidades a través de un amigo común, mío y del que entonces era Viceconsejero de Cultura, surgió la posibilidad de editar ese libro que fue el primero, titulado Fuerteventura Itinerarios. Con ese título genérico he publicado Fuerteventura primero, después Lanzarote, y próximamente publicaré El Hierro.

El Hierro retrata la parte mas intemporal de todas las islas. Lo que muestro en la exposición será el esqueleto del libro, tendrá paisajes y tendrán puntos que para mí son especialmente interesantes, como el Mirador de Vascos, La Sabina... mi Hierro. A veces pienso que hay sitios que no he ido, pero no quiero ser exhaustivo con las islas, quiero que quede ahí lo que ha captado mi atención.

Durante una breve charla sobre su exposición usted dijo que Itinerarios daba una visión nostálgica y personal sobre al isla de El Hierro. A su vez esta realizando una serie llamada Transformaciones ¿sería entonces esa serie la que mostraría el lado crítico y no tanto el personal?

Mas que una visión nostálgica buscaba reunir lo que me interesaba, la parte mas intemporal de isla, en general paisajes solitarios. De hecho hay una frase, que me parece muy interesante, del fotógrafo Robert Adams, “el paisaje no es solo geografía sino también es autobiografía y metáfora”. Entonces hay algo tuyo, ese es mi Hierro, una isla que tiene una especie de punto mitológico en esos árboles retorcidos en los que hay como caras, hay un mundo que traspasa el mero retrato o registro de la realidad, ese árbol también es tiempo. Cuando uno hace fotos de paisajes se esta fotografiando uno mismo, seleccionando del mundo que lo rodea todo lo que le ofrece; hay que procurar ser transparente, sincero contigo mismo. Al final reivindico una cierta ética, no dejarte llevar por modas pasajera y ser auténtico.

Transformaciones, en cambio, es un proyecto distinto en el sentido de que son paisajes en los que siempre habrá la intervención del hombre. En Itinerarios también hay, lo que pasa es que con Transformaciones quiero ser mas directo, desde un claro aspecto crítico.

¿Cómo cree usted que es la mirada del espectador que observa un trabajo realizado desde un punto de vista crítico a la del que observa un trabajo realizado desde un punto de vista personal?

Yo por lo menos no quiero que Transformaciones sea crítica en el sentido mas literal, porque entonces podría convertirme en un periodista gráfico, y eso no me interesa, trato de que haya cierta poética en lo que muestro. Las propuestas no son todas iguales, uno tiene que ponerse un poco en la piel del fotógrafo y pensar ¿Qué me quiere contar?.

Prefiero rehuir de una lectura directa. Quiero que las imágenes destilen cierta ambigüedad, que tengan lecturas distintas, que inviten a reflexionar sobre cosas. Para mí la fotografía es una forma de indagar acerca del mundo y de mí mismo, y me pregunto ¿Por qué hago estas fotos y no otras?, y eso me ayuda a entenderme un poco más.

¿Se enfrenta al paisaje como si fuera un retrato?

Hablo de paisaje, hablo de retratos, pero cuando estamos hablando del sujeto, del tema a fotografiar, esas aproximaciones, tu manera personal de hacerlo tiene afinidades. En 1993 realicé una exposición titulada Paisajes (II Bienal Internacional Fotonoviembre, Colegio de Arquitectos, Santa Cruz de Tenerife) donde rastreaba en los rostros de las personas buscando paisajes; sacaba fragmentos de arrugas, una cabeza vista de arriba, de modo que casi no se reconocían como retratos. Buscaba cosas que ves en la naturaleza, en fin nosotros somos parte de la naturaleza.

¿Qué es mas fácil captar la esencia de un rostro o la esencia de un paisaje?

Eso me cuesta contestarlo porque, como me he movido en los dos aspectos, hace falta alguien que haga la crítica. Yo los abordo de distintas formas, porque el paisaje espera infinitamente; en cambio para el rostro, para una cara existen otros mecanismos de aproximación.

Existe una especie de simetría en algunas de sus fotografías, ¿se debe tal vez a su profesión de arquitecto?

Es posible. En algún momento he dicho que la profesión ha influido en mí manera de mirar, porque en definitiva uno proyecta de una determinada manera. Es difícil de definir, pero al final todo soy yo y mis experiencias, mis intuiciones y mi sensibilidad abierta a la fotografía y a la arquitectura. Me gusta que los encuadres tengan cierto equilibrio, y a veces tiendo a ser ¿simétrico? Hay un planteamiento simétrico pero no tanto en la foto individual sino en el conjunto del montaje.

¿El montaje lo realizó usted?

Sí, con la ayuda del profesor Carmelo Vega.

Como arquitecto, y con visión de fotógrafo, ¿cómo ve el desarrollo de las islas en cuanto al urbanismo se refiere?

Lo veo críticamente. Un ejemplo para mí es Fuerteventura; cómo era cuando yo la descubrí a cómo es hoy, el cambio ha sido radical. El desarrollo ha aniquilado cosas que eran parte de la magia de la isla. Yo tenía unas percepciones de Fuerteventura que he perdido por las modificaciones que ha sufrido la isla, que ha crecido con un arquitectura mediocre, una arquitectura de consumo, de mercado, que no tiene una intención mas allá de la mera construcción para venderla y sacar dinero. Esa asociación la tengo con todas las islas. El Hierro, La Palma y La Gomera son las islas que todavía han resistido al “progreso”. Creo que deberíamos haber sido mas cautos con respecto a la ocupación de las islas, pero claro al final el dinero mueve todo. Crecer no supone sacrificar lo que teníamos, y en ese aspecto ha habido muy poca sensibilidad.

¿Podría usted valorar de manera autocrítica su exposición?

No, es difícil. Yo lo que hago es lo que siento. Todavía hago fotografía como si estuviese empezando, para mí es un camino inagotable, y eso me gusta, porqué me mantiene con la misma afición, yo soy un amateur en el sentido literal. Yo abordo mis todas fotos con el mismo interés.

¿Considera la fotografía arte?

Lo que es evidente es que la fotografía ha entrado en el mundo del arte, y hay una sensación de dicotomía; parece que sí, que la fotografía esta valorada como arte pero yo reivindico al fotografía como fotografía. La fotografía tiene la virtud de que sus recursos son infinitos y todos los cambios son válidos. Creo que es una cuestión mas de mercado... yo lo que tengo conciencia es de que hago fotos. En la fotografía hay una mirada personal, y también valores externos, de mercado. Yo nunca cambiaría mi manera de aproximarme al medio, aunque el mercado pida otra cosa distinta. Tenemos una especie de afán por compartimentar las cosas, la fotografía es fotografía; si alguien da por ella mucho dinero pues es una fotografía que vale mucho dinero, no tienes porque cambiar su calificativo.

¿Qué opina sobre la crítica y los críticos de arte?

Los críticos son en cierta manera intermediarios. La crítica es una manera de mediar entre las propuestas que hace el creador y la observación del espectador. Por otra parte, el hecho de que hayan proceso creativos significa que habrá intereses de por medio, pero una cosa son las pequeñas miserias del ejercicio de la crítica y otra es el hecho de la crítica en sí. No digo que la critica diga las verdades pero sí que puede aportar, por lo menos, maneras que enriquezcan la visión de alguien que este interesado no solamente en ver sino en ver lo que han visto otros. La crítica en sí misma tiene algo de creativo en el sentido de que uno interpreta y hace una teoría sobre algo; no siempre se acierta, pero no importa, porque eso puede hacer la obra mas interesante.

¿Considera usted qué la creación de arte contribuye de alguna manera al desarrollo de la humanidad o que es un acto egoísta?

Estamos hablando de una parte de la vida que para mí es sustancial, la cultura. La apreciación del arte, el disfrute de la música, de la arquitectura, de todas las artes es un enriquecimiento espiritual. Si disfrutamos de las artes y tenemos la capacidad de entenderlas, seremos mas ricos. La riqueza no tiene que ver con nuestros bienes materiales sino en cuanto tenemos aquí dentro, en la mente. En la medida en que enriquecemos la cultura viviremos la vida mejor; y creo que, en ese sentido, la creación de arte no es egoísta sino que es un impulso del ser humano con muchísimos escalones. Tener el lado creativo enriquecido nos hace disfrutar más de la vida y nos hace mas libres; como leí en un graffiti: “Ser culto nos hace ser libres”. Es algo que comparto, porque el ser culto y tener capacidad de creación nos hace ser más analíticos con respecto al mundo que nos rodea.

¿Qué opinión le merece Fotonoviembre como institución, y Fotonoviembre 2007?

Mi opinión con respecto a este último año es que está ya consolidada como una actividad con cierta resonancia a nivel nacional y que nos da una oportunidad a los que estamos aquí. Es un privilegio para nosotros tener a nuestro alcance una serie de exposiciones, muchísimas de gran nivel. Aunque hay actividades que realiza Fotonoviembre, me gustaría que hubiese más. Pero, en general, el balance es positivo.

sábado, 1 de diciembre de 2007

Crítica de exposiciones

TEORÍA Y ESTÉTICA DE LA FOTOGRAFÍA
5º Historia del Arte, U





MILAGROS POR SER DESCUBIERTOS
Priscilla Febles Hernández


Ana de Orbegoso
Vírgenes urbanas
Ermita de San Miguel
La Laguna



Vírgenes urbanas, uno de los últimos trabajos de la fotógrafa limeña Ana de Orbegoso, comenzó a exhibirse el 31 de octubre del 2006 en Cuzco. Son fotografías de gran formato, manipuladas digitalmente y con un explícito uso del fotomontaje.

Colocadas sobre paisajes naturales y urbanos del Perú, rodeadas de niños y ángeles, las vírgenes utilizadas en la conquista prehispánica para someter al pueblo americano, ocultan sus rostros bajo la inocente mirada de las mujeres peruanas. Los rasgos indígenas se superponen claramente y sin llegar a adaptarse del todo sobre las facciones europeas, imponiendo así su visión del Nuevo Mundo contemporáneo.

Las fotografías se completan con poemas de Odi González, de origen quechua. Cada una de ellas lleva un texto en tres idiomas: inglés, español y quechua; son la propia voz de los personajes. No se trata pues, de seres divinos, sino que en esta reinterpretación se convierten en terrenales, reflejan la realidad; según la propia autora “esas vírgenes representan a todos los peruanos y el Perú está lleno de milagros por descubrir”.

No es de extrañar que Orbegoso recurra al fotomontaje, no como recurso estético, sino como arma reivindicativa; lo que fue impuesto por los conquistadores, ahora es arrancado sin miramiento alguno; no se esmera en sustituir las caras de las “virginales damas”, sino que “planta” encima a sus mujeres como símbolo de la nueva superposición cultural y con un contundente mensaje: “reforzar el papel de la mujer peruana de hoy para convertirla en presente y generar una nueva mirada hacia el futuro”.

Se trata prácticamente de collages compuestos por las protagonistas, el imaginario religioso que las rodeas y numerosas referencias a su cultura, desde las tradiciones populares donde el colorido es vivo y brillante hasta los lugares más oscuros donde habitan los personajes. Ambas realidades conviven en esta muestra, lo que no sería posible sin el uso del fotomontaje, o al menos no se podría captar de un modo tan evidente.

Resulta casi increíble imaginar, y muy difícil comprender como un pueblo de gran sencillez y candidez, a pesar de haber sufrido y soportado tanto dolor tras ver violada su inocencia, sigue manteniendo ese espíritu intacto, como a pesar de vivir prácticamente en el tercer mundo en muchas zonas de su geografía, sus gentes mantienen tradiciones ancestrales, pero ante todo, mantienen la esperanza; esperanza que queda patente en los ojos de las vírgenes que miran con dulzura, casi invitando al espectador a ser participe de su realidad, parece que hablan, que en un primer momento piden tímidamente que recemos por ellas, piden ayuda, que no olvidemos “poner una velita” por ellas.
Ana de Orbegoso juega con esa idea, en un primer momento las muestra como seres débiles y tiernos, ansiosos de que se les ayude, pero la idea es otra bien distinta, lo que realmente quieren decir es “yo no necesito velitas, yo puedo salir adelante sola y cambiar mi situación y el mundo que me rodea para hacerlo mejor, no necesito pedirle milagros a Dios, porque mis propios milagros los voy a lograr yo”. Son mujeres que trabajan, que luchan a diario para salir adelante en un mundo tan hostil.

En definitiva, Orbegoso no crea dioses a los que implorar. Crea heroínas de carne y hueso.


Entrevistas

HISTORIA DE LA FOTOGRAFÍA ESPAÑOLA
4º Historia del Arte, ULL
UN ENFOQUE CONTEMPORÁNEO. ENTREVISTA A ANTONIO VELA
Vanessa Rosa Serafín


Antonio Vela nace en Santa Cruz de Tenerife en 1952. Compaginó sus estudios de Ciencias Empresariales y de Artes Gráficas con la formación autodidacta en el terreno de la imagen. Ha estado vinculado a la fotografía desde 1969, ejerciendo como profesional en publicidad, impartiendo talleres y colaborando en artículos. En 1989 inició programas de recuperación, conservación y difusión del patrimonio fotográfico para el Cabildo de Tenerife. Desde 1996 es Conservador/Director del Centro de Fotografía del Cabildo de Tenerife y desde 1993 dirige el Festival Internacional de Fotografía de Tenerife Fotonoviembre.

···

¿Puede explicarnos la conexión entre el Centro de Fotografía isla de Tenerife y la celebración de la Bienal?

El Centro de Fotografía Isla de Tenerife, adscrito al Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife, es el organizador y productor del Festival Fotonoviembre, una de las actividades expositivas, que entre otras, se realiza para alcanzar uno de sus objetivos como es el de la difusión de la cultura fotográfica, y el impulso a la creación artística.

¿Con qué objetivo se fundó la primera bienal en 1991? ¿Estos valores han ido cambiando a lo largo de los años?

Básicamente, y en palabras del entonces Presidente del Cabildo de Tenerife D. Adán Martín, los objetivos fueron por un lado, “tratar de ofrecer a los ciudadanos de la isla el acceso a aquellos eventos que sirven de soporte a la cultura” y por otro, “la posibilidad de acercarse a la creación contemporánea”. Por ello, considero que aunque los objetivos han ido cambiando, se pueden considerar aquellos incluidos en los actuales de: fomentar la fotografía como medio de cultura entre la población de Tenerife; promoción de la creación fotográfica en todas sus facetas y posibilidades; recuperar y difundir el patrimonio histórico fotográfico; impulsar la promoción exterior de la creación fotográfica de Canarias; y mantener Fotonoviembre abierta a las nuevas corrientes de la cultura digital, favoreciendo la creación e integración entre imagen fotográfica y nuevas tecnologías como la video creación y el Infoarte.

¿En alguna edición se ha encontrado con graves dificultades de tipo económico, o político para celebrar la Bienal ?

En cuanto al aspecto político he de decir que salvo pequeñas diferencias de opinión, jamás he encontrado la menor dificultad para llevar adelante su celebración sino por el contrario, sólo he recibido apoyos de las personas que a lo largo de estos años han tenido la responsabilidad directa o indirecta sobre Fotonoviembre. En lo que se refiere al aspecto económico, las dificultades siempre han estado presentes en mayor o menor medida por lo que el Centro se ha visto en la situación de adaptarse constantemente a los presupuestos disponibles, intentando que esa carencia no influya de forma notable en su desarrollo.

Teniendo en cuenta que Autores en selección es una de las secciones en que se dividen las exposiciones de la Bienal, ¿en qué criterios se basan los miembros del jurado para elegir a estos autores?

Con independencia de los subjetivos de cada miembro del Comité de Selección, se puede afirmar que los criterios generales han sido los de la coherencia conceptual, contemporaneidad y en otra medida, su realización técnica y expositiva.

¿Ha habido alguna ocasión en la que la gran afluencia de proyectos de buena calidad hizo una tarea complicadísima el elegir a los seleccionados?
En casi todas las ocasiones se ha presentado éste tipo de dificultad, no ya por la cantidad de proyectos si no por su propia calidad, generándose en ocasiones, algún acalorado debate.

A pesar de la libertad temática podríamos encontrar algunos aspectos más o menos comunes en todas las obras?

Es evidente que siempre se pueden encontrar elementos comunes o ciertas referencias entre autores, pero en general la obra creativa siempre es individual. Naturalmente se dan más coincidencias en algunos aspectos técnicos y formas de exhibición.

¿Ha resultado muy dificultosa la organización para inaugurar cincuenta exposiciones de más de doscientos autores en lugares tan diversos de la isla?
Organizar y producir un número importante de exposiciones a lo largo del territorio insular es siempre una tarea complicada y en algunos casos, puede parecer hasta ingrata pero, afortunadamente, el equipo del Centro de Fotografía, el propio personal del Organismo de Museos y en muchos casos, comisarios, coordinadores y los propios autores, convierten la tarea en un reto realmente apasionante.

¿Piensa que el incluir autores de otros países nos proporciona una visión general de todo lo que se hace en fotografía actualmente en el mundo?

Pienso que es imprescindible como comenté anteriormente hablando de los objetivos, que en la isla se puedan ver autores que, si no muestran todo lo que se hace en fotografía en el mundo, ya que ello es imposible, al menos si nos puedan aportar y mostrar una parte de la creación contemporánea.

¿Que opina en general sobre la calidad de las obras de esta edición? ¿Y en relación a ediciones pasadas?

Por los comentarios recibidos creo, en líneas generales, que la calidad tanto de las muestras que componen la sección Oficial, la de Autores en selección, así como la de atlánticas colectivas tiene una serie de aportaciones muy interesantes. Comparar las diferentes ediciones desde mi punto de vista personal, se me hace una tarea muy difícil ya que, en todas la ediciones siempre hay una serie de muestras que responden a ése criterio de calidad por el que me pregunta. No podemos olvidar que la calidad responde también a criterios subjetivos.

¿En qué medida los nuevos soportes digitales han cambiado la forma de exponer y crear fotografía?

Sinceramente creo que los nuevos soportes no han cambiado esencialmente la forma de crear. Otra cosa es la siempre novedosa tecnología. Los medios y herramientas utilizadas para producir la obra sólo tienen una importancia relativa.

¿Qué medios publicitarios utilizan para animar al público a acudir a las diferentes exposiciones y si estos llegan a todos los municipios de la isla?
La coordinación entre los departamentos de comunicación y marketing con el propio Centro siempre es fluida, y tanto los medios utilizados como vallas, notas de prensa, programa, opis, Web y otros, intervienen en la difusión y convocatoria al público de manera importante. Aunque los recursos publicitarios empleados son contenidos, la difusión que se hace llega al público en general.

¿Se han planteado como una propuesta de cara al futuro incluir a las islas menores en la celebración de la bienal?
Alguna vez se ha planteado y hemos recibido ofertas en ese sentido pero hay que tener en cuenta que Fotonoviembre es un evento que a pesar de contar con diversas colaboraciones, está producido por el Cabildo de Tenerife, por lo que ampliar su ámbito geográfico no es fácil e incluso, no deseable. Otra cosa es que algunas exposiciones concretas puedan exhibirse o itinerar a otras islas o fuera de ellas.

¿Ha tenido en general buena acogida por parte del público? ¿Y por parte de la crítica? ¿Cuál ha sido la respuesta de los fotógrafos canarios en cuanto a la celebración de la bienal?
La acogida en términos generales ha sido muy buena. La afluencia de público a las salas, las visitas organizadas de escolares y estudiantes en general, han sido igualmente muy buenas. En cuanto a la crítica, y al menos hasta el momento, también, pero habrá que esperar a su finalización para ver los resultados. Respecto a los autores canarios tengo que decir que la respuesta, como siempre, ha sido estupenda y generosa.

¿Que tipo de público acude a las exposiciones?
Acude un público muy variado, aunque el público interesado por la manifestación artística, es muy importante, especialmente entre los jóvenes.

¿Cree que el espectador en general comprende la intención de cada autor o es más un ejercicio subjetivo de cada cual?

Como en el resto del arte, la intencionalidad del autor puede estar de forma más o menos evidente pero, sin duda, intervienen en gran medida aspectos totalmente subjetivos. La variedad de propuestas del Festival permite acercarse a todo tipo de público.